Una de las historias más entrañables de nuestro cámping este año ha sido cómo desde mediados de julio y hasta finales de septiembre se han ido levantando las dos tiendas Bali, lo mejor en cuestión de ‘glamping’ de nuestros compañeros de Kampaoh. Y es que aunque nadie tiene quejas de las tiendas Emperador y Bell y Bell XL, equipadas como una habitación de hotel y cuyo número ha aumentado este año en nuestro camping, queríamos ir algo más allá con las tiendas Bali, cuya construcción dio pie este verano a un sinfín de anécdotas.
Pero antes de nada, hay que recordar que las tiendas Bali, de casi dos pisos, están construidas sobre una plataforma aislante (perfectamente accesible) y fabricadas con bambú cultivado de forma sostenible y madera tratada, sobre las que unas amplias lonas sirven de aislante y para integrarlas en el entorno. Tienen baño y ducha propia, están completamente climatizadas, una litera con colchones dobles de 1,35 m junto a una salita cuyo sofá se convierte en otra cama en 20m2, todo perfectamente desinfectado a la entrada del cliente con ropa de cama y toallas de baño esterilizadas en lavandería industrial, un interior perfectamente climatizado, un porche con dos ambientes de 15 metros cuadrados y decenas de detalles, como la iluminación para crear diversos ambientes con todos los puntos de luz energéticamente eficientes… Como decía alguien del cámping bromeando pero muy en serio… ¡Es lo más ‘cuqui’ del mundo!
El caso es que durante su construcción, que lógicamente no era ningún secreto pero de la que no quisimos informar de ella hasta que estuviera listo hasta el último detalle, fue creciendo con la instalación de la plataforma sobre la infraestructura bajo tierra precisa. Luego, nuestros amigos de Kampaoh comenzaron a levantar la zona de los baños, la parte de ‘cabaña’ en sí, llegó el material de Bambú, se completó la red eléctrica de evacuación de agua, las lonas, el mobiliario, las sábanas, las toallas… hasta la última ramita de lavanda que solemos dejar sobre la cama cuando terminamos de preparar una tienda para el nuevos amigo que viene a alojarse.
Y entre las anécdotas, ahí está ‘Chispa’, una perrita con genes de chiuaua, la mascota del equipo de montaje, que nos ha enamorado este verano y que precisamente fue madre mientras se montaban concienzudamente las instalaciones. En un mes, su cachorro ya estaba enorme… al menos en comparación con la pequeña perrita, que siempre avisaba con sus ladridos de quien llegaba a la obra para después lanzarse a saludarle con todo el cariño del mundo. ¡Y no se pueden imaginar cuánto cuidaba ‘Chispa’ a su retoño!
Lo dicho: dos tiendas Bali para enamorarse de ellas y vivir experiencias muy especiales en el bosque mediterráneo del Camping los Villares Sierra de Córdoba, y que respiran cariño y emociones desde que comenzaron a levantarse.